Si aceptamos el concepto de inconsciente entonces el mundo es más de un mundo que nos sostiene y los parámetros de lectura en nuestras vidas se amplían para abrirse a la posibilidad de soltar las amarras y emprender el viraje, en un viaje que conlleva querer saber qué fuerzas naturales se nos escapan. 

 

Entonces, me acerco a una concepción de sexualidad que contiene mucho más que sexo y aún ahí, también está. Natural como el habla, nos habita, nos menea, nos sujeta y determina, nuestra historia es ficción sin tiempo que cuanto más se ignora, más actúa por volver. 

 

De vuelta al relato, puedo saber de mi, más allá de yo, imagen pendiente de la mirada que resbala y anuncia la caída por ser dividido. Entonces, puedo dejar de dar de ser el gallo veleta que da vueltas según sopla el viento sin moverse del tejado,  asumir el riesgo de vivir. 

 

Perder el norte establecido, como perder la muela del juicio cuando duele como ideales inalcanzables que someten, atrapan, dictan la moral nos confunde con loros que dicen: lo dicho. Establecen la ruta si restan lo nuevo en ser. 

 

Si aceptamos, atendemos lo que no sabemos de lo que hablamos para trascenderlo, para sostener la pregunta sin respuesta certera y construir DESEO: por querer ser en pacto alrededor del fuego expresando el impacto de la pulsión en ser, pasar de creencia a crear, de ser hablado a Escribir.  

 

 

El Psicoanálisis es una vía para conocer los propios procesos psíquicos
y los obstáculos inconscientes que implican malestar en la vida:
una apuesta por la salud en el trabajo de la subjetividad.